De una simple picadura de mosquito al borde de la muerte

 

El dengue hemorrágico sin tratamiento causa la muerte hasta en el 50% de los casos.

En una habitación del Hospital Mocoso Puello, en Santo Domingo, solo y aislado del resto de los pacientes, Juan Isidro Escolástico sin fuerzas algunas, esperaba recuperarse y poder volver a casa con el resto de su familia, además, poder respirar aire fresco y sentir el sol cálido en su piel maltratada, producto de la afección de dengue.

“Tengo las plaquetas en 15 y los glóbulos blancos muy bajos, lo que significa un peligro debido a mi condición de falcemia”, eso le comentó a su jefe de trabajo antes de ser trasladado por emergencia en una ambulancia al hospital donde permaneció por un mes y tres días.

Escolástico terminó internado tras varios días de fiebres de más de 40 °C, fuertes dolores musculares y dolor abdominal, tanto como si le hubieran pegado 50 personas por todo su cuerpo, nos cuenta que, antes de enterarse de que había sido picado por mosquito, duró una semana padeciendo los dolores teniendo que ir a trabajar, ya que pensaba que se trataba de una simple gripe o alguna crisis de las que suelen desarrollar las personas con anemia como él.

Cuenta que en la sala donde lo mantenían aislado no podían entrar personas con ningún tipo de enfermedad, ya que su nivel de plaquetas era muy bajos y propenso de absorber cualquier tipo de padecimiento que estos pudieran tener. Cuanto más bajo es el nivel de plaquetas en una persona, mayores son los riesgos de sangrado.

Además, no se le permitía dormir sin mosquitero,  ya que los médicos decían que no le podía picar ni un mosquito, que si estos les picaban a él y luego a alguien más le podían transmitir el virus que este padecía.

Pero este estudiante de Comunicación Social, de 22 años de Los Guaricanos, en el norte de la provincia, no es una víctima de  Covid-19, sino de dengue hemorrágico, una epidemia que afecta a República Dominicana y a toda América Latina, en uno de los peores brotes de la historia donde miles de personas han muerto.

El dengue se trasmite por los mosquitos hembras de la especie Aedes Aegypti, que se crían en los recipientes con agua acumulada en los alrededores del hogar.

Ponen sus huevos en las paredes de envases con agua, donde puedan sobrevivir por meses y nacen al ser sumergido bajo agua. El joven no tenía idea de lo que le estaba pasando, pero fuera lo que fuera, lo había contraído en el puesto de trabajo, asegura.

Algunos de los síntomas  que Juan padecía incluyen fiebre muy alta, dolores de cabezas muy intensos y constantes; en los ojos, músculos y articulaciones, nausea, mareos, vómitos, sangrado en las ansias, nariz y labios, salpullidos por todo el cuerpo, todo esto sin incluir que el fuerte dolor de abdomen le impedía la respiración y la movilidad en ambos pies y manos. Lo que casi provoca que le llevaran a la sala de intensivo.

Algunas de las complicaciones le impidieron comer durante la estadía; se mantenía hidratado por con los sueros constantes que le ponían, uno nuevo cada vez que se le agotaba.

Cabe destacar que cuyos síntomas suelen confundirse, Juan describe que le dolía todo el cuerpo y que no tenía fuerza ni para ir al baño.

"Nunca en mi vida había vivido algo así, nunca me sentí tal mal, y lo cerca que pude estar  de la muerte".

Nos cuenta que durante todo el proceso los médicos hacían ronda cada dos hora para observar los posibles avances de mejoría, cada tres horas tomaban muestra de sangre para realizar hemograma y determinar si las plaquetas aumentaban o disminuían.

A este solo se le podía medicar con acetaminofén, ya que no existen tratamientos específicos para la fiebre que provoca el dengue  y los otros síntomas. Se suministran líquidos si hay signos de deshidratación solamente, ya que los pacientes pueden desarrollar otras condiciones.

La disminución de los glóbulos blancos en el cuerpo aumenta el riesgo de padecer infecciones, mientras que las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre.

"Me sentía tal mal que en momento pensaba que iba a morir, cada vez que me esforzaba por respirar mis dolores abdominales aumentaban, algunos de mis vecinos me fueron a visitar y ni le podía reconocer, no había entretenimiento para mí, los dolores eran iguales día y noche", dice al ser consultado.

"La gente solo cree que se puede contagiar en un basural, en barrios o cañada, no es así. El dengue puede estar en cualquier lado, es mejor prevenir ".

Aunque se le escucha optimista, estar internado en un hospital con dengue sin poder ser medicado, comer, dormir e incluso respirar, no es algo que se pueda ignorar.

“Trataba de no quejarme demasiado, lloraba en silencio por los fuertes dolores, me mostraba fuerte, por muchas veces contuve mis lágrimas. Mi madre también sufrió muy de cerca ese terrible momento y trataba de motivarme. En ocasiones me preguntaba si me sentía mejor, yo le decía que sí,  pero no era cierto, yo no la quería preocupar más de lo que ya ella estaba, fue el motor que le dio impulso a mi vida” con los ojos llorosos relata. 

Luego de unos días y no mostrar mejoría, también le diagnosticaron con neumonía, otras de la consecuencia que puede traer la enfermedad.

"Ahora no puedo ver un mosquito cerca, ya que me puedo volver a contagiar de dengue, porque puede ser muy peligroso, incluso mortal, a nadie le desearía vivir esa experiencia y más ahora como anda los hospitales", dice Juan.  

Algunas de las medidas que se pueden tomar como método  de prevención y asi evitar el contagio de dengue están: el uso de repelentes en el cuerpo, insecticidas en los ambientes, dormir con mosquiteros y evitar que se acumulen recipientes con agua que puedan proporcionar la reproducción del mosquito.

“Una razón para vivir”

Con las pocas esperanzas de vivir que tenía, la fe puesta en Dios, las ganas de seguir viviendo, sueños y metas que quería cumplir fueron las razones por la que hoy nos está contando su historia.

Pero lo que realmente le da fuerzas es cuando se encuentra con personas que lo necesitan, como personas a las que puede motivar; ya no se siente enfermo, solo recibe de ellos agradecimiento y gana de vivir. Él cree que su condición, fue en gran parte la causante de que sea más sensible y solidario con los problemas y condiciones que sufren los demás.

Sea como fue, Juan Isidro un modelo de lucha y fortalezas y de cómo quienes se encuentran ante la adversidad pueden superarla para convertirse en grandes personas. Eso llenó parcialmente el hueco que se había abierto tras el diagnostico.

Foto del día en que salió  del hospital. Valora ese día como "el día más feliz de mí  vida"

De esta experiencia, Escolástico aprendió el verdadero significado de la vida, a darle importancia a las cosas que parecen insignificantes, como la salud, y se ha dado cuenta lo fuerte que es. Nos narra que le encantaría que su historia sirviera para que otras personas que se encuentran en una situación parecida, aquellas que se sienten sin fuerzas y hayan perdido la fe, sepan que hay salida, hay un mundo por descubrir y personas que nos esperan con los brazos abiertos.

Vive luchando por hacer sentir la felicidad en otros, sonriendo porque disfruta cada segundo que le regala la vida, sin que las opiniones de otros o los comentarios le afecten.

En este video encontrarás algunas informaciones del dengue en el país, métodos de prevención y algunos casos.

Por la redacción de

Juan Isidro Escolástico 

Nota de redacción: Las fotografías que se ilustran en este Storytelling se reproducen con la autorización y únicamente para cumplir los fines del mismo.